Tu cuello de luna, fuente de mis besos y alientos,
Pálido, delgado, foráneo,
Eximio, mío, nuestro.
Sutil refugio de mi boca,
Cuando mi respiración muere allí,
Allí está la vida, belleza imponderable de pieles, de aromas y canciones.
Latidos apurados que se sienten en mis ojos cerrados,
Quietos, tranquilos…contentos.
Mi mano acoge tu pelo
Y envuelvo tu espalda con mis dedos,
Me escondo en tu cuello
Y ahí, donde está callado y quieto
Te siento tragar la saliva madura después de un beso
Ahí, donde tu olor impulsa mi sueño…mi amor,
Me sostengo, muero.