Lo vi, caminando por el patio…de dónde lo conozco?... volteó, me vio…de dónde lo conozco?...
Hasta que pronto lo conocí. Por fin nos presentaron…entonces, su voz y sus ojos me fueron más familiares. Ya caminando, conversando, crecía esa interrogante…aunque no había posibilidad alguna de que nos conociéramos de antes. Lamenté aquello y lo olvidé. No hablé con nadie de eso.
Nos frecuentamos y nos hicimos amigos…todo convencional aunque siempre noté algo particular...lo que comprobé cuando más tarde me contó que antes de conocernos ya me había visto (ymequería) y creía que conocía de antes (detodaunavida)...qué era aquello?...yo había sentido lo mismo…qué era?
Pero ahí quedó, en una sonrisa y en un abrazo prolongado. Es más, pasó el tiempo, las parrafadas, las cartas, los helados, las risas, las despedidas, la distancia… dejamos de vernos por esas cosas de la vida y por esas mismas cosas, lejos de todo, lo encontré de nuevo. Nos acercamos y nos vivimos, fuimos amigos otra vez, y los mejores sin duda. Caminatas, soles, verano y miradas…y por fin nos conocíamos, nos re-conocíamos.
Abrazos, sonrisas, mejillas rojas, olores cabello, dedos, cuellos…y amor.
“buenos días” y ahora entendía de dónde realmente nos conocíamos…*
Muy buenos días...que manera tan elocuente de hablar de amor, de narrar nuestros pasos, los que nos unen. Buenos días = Te amo*
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