:::yo era una mujer quemada, llena de llagas, por dentro y por fuera, y tú eras un poquito de luz y agua del que yo esperaba tierra, salud, felicidad e hijos:::
septiembre 19, 2010
nadie.
Ni Neruda
ni Benedetti
ni Joyce
ni tú ni yo,
en los mejores tiempos amusarados
podría (n) (mos) (des)-escribir el inmenso espacio
que hay entre tu amor y el mío,
y cuando digo espacio,
me refiero a todo lo que abarcan juntos en lo que sienten…
no conozco a Neruda, Benedetti, ni a Joyce. No me conozco ni a mi. Lo que conozco de tí me hace pensar despacio en el espacio que recorren dos almas sedientas de una vida juntos, para conocer-nos i devorar la luz, secuestrarla i retarla a duelo en nuestra habitación.
no conozco a Neruda, Benedetti, ni a Joyce. No me conozco ni a mi. Lo que conozco de tí me hace pensar despacio en el espacio que recorren dos almas sedientas de una vida juntos, para conocer-nos i devorar la luz, secuestrarla i retarla a duelo en nuestra habitación.
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